23 dic 2020

La Bestia en mi

 Durante mucho tiempo viví con una coraza ocultando quien era de verdad.

Amargado, sarcástico, desinteresado y cruel, ese era mi lema.

Dicen que la vida hace que tengas colmillo, en mi caso fue colmillos, garras, cuernos y hasta cola, me convertí en un monstruo.

Varias veces intente lo de la terapia, no me funciono, salvo la ultima vez, fue cuando la lleve mas seguido, esa vez si me ayudo, tuve una gran mejora en mi. Pude enjaular al monstruo en mi.

Pero no fue suficiente.

Si ya leyeron mi entrada anterior sigan leyendo, si no léanla primero.

Cuando la confesión llego sentí que me dieron un golpe directo al plexo solar, me apretaban el corazón, me aplicaban una quebradora directo en la vertebra 4 y 5, me sentí de lo peor.

En ese momento sentí como ese monstruo sacudió su jaula, quería salir, quería defenderme, vio como me estaban haciendo añicos y quería atacar; pero no.

Hice lo que debía hacer, lo tome de la mejor manera posible, claro, de la mejor manera en la que puedes tomar una situación así.

Ya después del huracán vino la triste y tortuosa calma y pude hablar con esa bestia dentro de mi.

Le di las gracias por todos los años que me cuido, le di las gracias por haber siempre estado ahí para mi, le di las gracias por nunca dejarme solo; pero tenia que decirle adiós.


Adiós porque ya no soy la persona que reacciona de manera violenta, adiós porque ya pienso lo que voy a decir, adiós porque no me interesa hacer daño a quien me hizo daño y adiós porque ya no soy quien corre a refugiarse en el alcohol.


"What goes around comes around" o como me gusta decirlo ahora: Prefiero rodearme de buen karma porque el mal karma ya me a golpeado mucho.

¿Duele? ¡Claro! ¡Muchísimo! ¿Fue lo mejor? Definitivamente, ahora me siento mas ligero y en paz, hasta nunca y gracias por todo Jesús, jamás nos volveremos a ver porque el que se queda va a sonreír mas.




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